…En efecto, el aliento que palpita en la escultura de Aquiles es destilado desde las canteras del telurismo y del mito. Asoman en su obra escalofriantes presagios de vida, de eclosión primigenia y terrestre, que quizá nunca lleguen a serlo, sino que resuelvan retornar al virginal sueño de todos los comienzos, pues qué mejor manera de latir que esa adonde se resumen el alba de lo posible con la noche espantosa de lo que apenas se sospecha…. …El color, la prístina ejecución, la síntesis de las formas, el énfasis en una poética muy personal, los mundos evocados, sugiere la complacencia y el asombro de la individuación plena aunada a la integración y disolución de lo personal en el plano energético de la vida, superando las polaridades tradicionales del pensamiento occidental. Cada obra susurra un silencio contemplativo, un equilibrio y una unidad en la que lo temporal y el espacio se funden en un momento situado más allá del tiempo, en un horizonte en el que las fronteras ya no existen más… Lo escribió Carlos Francisco Monge, poeta y periodista costarricense. - Texto forma parte del prólogo que Monge escribió para el libro “Aquiles Jiménez Escultor” - Publicado en 1999. - Aquiles Jiménez Arias, ha sido galardonado en el 1981- 2014- 2024 con el Premio Nacional Aquileo J. - Echevería en escultura, máximo reconocimiento que se otorga en Costa Rica por la crítica nacional.